Carboneras

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A la hora de viajar, prefieres hacerlo en auto o en avión?

En coche, pero lo que más me gusta es el tren *-* El tren y sus mil historias misteriosas, quién pudiera dar la vuelta al mundo en un tren…

Hacía ya año y medio que no iba a Carboneras. Es una historia muy triste, pero en cierto modo me alegré de volver.

Un poco antes de anochecer dimos una vuelta rápida por el paseo marítimo. Llevaba mi cámara y fotografié la playa de los Barquicos.

Esa es la chimenea, lo primero que vemos siempre que vamos.

Esta es la isla de San Andrés, mi padre iba ¡nadando! A mí me daba algo de miedo, estaba un poco lejos y no quería ir a una parte muy profunda del mar. Dice la leyenda que ahí vive un siluro gigante (¡pero los siluros son de río! Todavía más increíble).

Había traído un pequeño bote de cristal, donde guardé un poco de arena de la playa. Ahora quiero comprar un frasco más bonito y ponerlo en el buró.

Este es el parque donde iba cuando era pequeña en vacaciones, pero casi nunca me montaba en los columpios. Solía leer sentada, o ver los teatros, o los bailes, o los conciertos de banda.

¡La fuente de los cactus! Antes estaba tan bonita y celeste…

El castillo de San Andrés, también cine/teatro en verano.

Y esta es la papelería-librería donde compraba mis libros en verano. He ido tantas y tantas veces, a por tantos libros…

Ojalá todo hubiera sido leer libros con el sonido del mar de fondo.

Feria Medieval

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Y de sueños va la cosa jeje; si pudieras crear tus sueños al dormir, ¿que te gustaría soñar?

Alguna aventura de Sherlock Holmes en la que participe yo, jojo~ Entre otro millón de cosas xD

¡Cuántas cosas están pasando últimamente! Al stress de los exámenes (el miércoles tengo el primer), se le suman salidas pendientes, libros por leer, mil ideas que llevar a cabo… Y sin darte cuenta el tiempo pasa volando, y ¡ya está aquí la feria medieval, otra vez! Voy todos los años, siempre me ha encantado. Como esta vez me tocó ir después de clase y hacía muchísimo calor, no estuve más que unas tres horas, pero lo pasé bien.

Hice muy pocas fotos, la mayor parte del tiempo estuve abanicándome y viendo puestos bonitos con Ed. Luego se acercaron unos amigos y María, que también venía de clase. Me contó muy emocionada que nuestro bouquiniste (vendedor ambulante de libros) favorito estaba vendiendo libros en la puerta del parque donde estaba la feria medieval, así que nos salimos un ratito y echamos una ojeada. ¡Y cuántos libros! Normalmente el puesto suele ser más pequeño, pero así da gusto ver tantos y tantos libros.

María escogió una edición de “Las aventuras de Sherlock Holmes” y un diccionario de latín, ¡salió baratísimo! Después volvimos a la feria medieval y compré algo que me obsesiona desde hace un tiempo.

En el nuevo edificio donde estudio, también están los de Magisterio Musical, y suelo verlos hacer un millón de cosas hermosas. Los he visto hacer musicales incluso *-* Y tocar canciones divertidas con la guitarra antes de entrar en clase, pero lo que más me ha gustado es verlos tocar sus xilófonos celestes. Pues bien, en la feria no los tenían celestes, sino de madera y distintos colores, pero ¡lo compré!

Estos son unos xilófonos pequeñitos que había en otro puesto, pero el mío es más grande.

Después fuimos a comprar chuches gigantes, eran un poco caras pero estaban muy ricas.

Compramos uno de estos palotes grandes, rojos y blancos. De pequeña siempre quería que hubiera más parte blanca que roja y ahora mi sueño es realidad xD~

Al volver a casa estuve practicando con el xilófono, ¡y qué buena compra! María me enseñó el estribillo de Parque Jurásico y ahora estoy sacando Amélie yo solita, ¡deseadme suerte!

Rebecca y el viernes increíble

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¡Toca soñar! ¿Con qué sueñas tú? :)

Con Londres, con historias que escribir, con picnics, con llenar un carro de la compra en una librería, con seguir viendo a la gente que quiero, con un mundo mejor para todos, con un millón de cosas.

Soñar es lo importante, vivir es lo mínimo.

¡El viernes pasado fue increíble! Teníamos planeado ir a un pase de la película “Rebecca” de Alfred Hitchcock, pero acabamos haciendo muchas cosas más. ¿Cuáles? Ahora os lo cuento.

Los viernes sólo tengo una hora de clase, pero como es una asignatura de asistencia obligatoria me pego el viaje todas las semanas. Al salir me recogió mi madre y fuimos a Plaza Nueva a hacer tiempo esperando a que María terminara su clase y llegara también la hora de la película. Como teníamos bastante tiempo, mi madre y yo nos acercamos a women’secret, donde tenía fichada una camiseta desde hace tiempo, y un vestido que me quería probar. Mi madre pensó que me quedaban muy bien y decidió regalármelo, y de paso me hice la tarjeta del club WOW.

(Detalle de la camiseta, ¡me gusta tanto el bolsillito…!)

María llegó cogiendo el Metro Centro en la parada de la calle San Fernando y bajándose en Plaza Nueva, pero ¿qué había allí? ¡La Feria del Libro! Yo soy mucho más fan de la Feria del Libro Antiguo (suena tonto pero para mí es uno de los acontecimientos más importantes del año), pero cuando llegó Ed nos acercamos a echar un vistazo. Un poco antes fuimos a Velasco, una conocida y antigua tienda de costura aquí en Sevilla (en realidad tienen tres establecimientos diferentes en el centro, dependiendo de lo que busques). Compré dos tipos diferentes de encaje, a ver qué maravilla puedo hacer con ellos.

Me senté con Ed en un banco a esperar y leer el periódico de la Feria del Libro, y nos enteramos de que estaba Jorge Bucay. Los dos ya lo habíamos visto hace unos años en el mismo evento, pero fuimos a echar otro vistazo rapidito. María se compró un manual de piano (que últimamente le va mucho el tema) y una postal de una partitura de Mozart, y me regalaron un libro de dinosaurios (¡cómo no!) con mi dinosaurio favorito, el Brachiosaurus.

(En realidad el libro no es tal, sino que agrupa 8 tableros de juego. Estoy pensando en jugar con el hermano pequeño de Ed :D)

Por fin llegó la hora y fuimos a ver la película, era un pase gratuito en la Sala Chicarreros. Intentamos ir todos los años por las mismas fechas para ver cortos o películas, y este año tocó Hitchcock. Yo no había visto esta película en concreto, pero me gustó mucho ver cine en blanco y negro sentada y fresquita junto a Ed. Y aun así, el día (ya la noche, claro) nos deparaba otra sorpresa.No nos apetecía cocinar para la cena y decidí invitar a las chicas a una cena en Don Giovanni, ¡comimos una barbaridad! Patatas con salsa roquefort, pizza prosciutto y de postre leche frita y tarta de queso y fresa.

¡Menudo viernes! Derrochamos bastante, pero como dice mi madre “¡un día es un día!”.