jueves, 31 de diciembre de 2009

Hoy es el último día del año

-Hoy es el último día del año- anuncia Jacques.

Claire Fontaine calla.

-¿No te importa?- insiste él.

-¿Por qué? Hoy y mañana serán iguales. Los veremos de la misma forma.

-Pero la magia está en nuestros ojos- sonríe Jacques.

Ella asiente.

-Y mañana también estará.



miércoles, 30 de diciembre de 2009

¡Qué raro!

La globalización cambia el mundo. Nunca me había interesado especialmente el tema hasta que lo estudié un poco el año pasado en Antropología de la Educación (era una asignatura muy chachi, además de estudiar tenías que hacer un trabajo contando tu vida estudiantil, enlazándola con tu vida personal, lo que has aprendido, lo que has sentido... Se aprende mucho, además que el profesor era muy bueno y a mí me encanta escribir ese tipo de cosas, así que no me costó ningún esfuerzo e incluso saqué muy buena nota), pero creo que ahora es cuando más rápido cambia el mundo. Cómo lo vemos, cómo no lo vemos... Cada año es diferente, sí, pero cada vez más rápido. Demasiadas influencias, quizá, en comparación con el pasado.
Estas fiestas están siendo raras. Yo siempre he llevado una vida rara, a veces ni me parece que sea la mía. Pero siempre ponía el Belén y todas esas chorradas, que lo son dependiendo del valor que les des. Siempre poníamos exactamente las mismas cosas, pero ahora por diversas razones ya no es así. El año pasado, incluso, me gustó mucho encargarme de los regalos de Reyes de mi hermana, porque nos llevamos muy bien y me gusta acertar con los regalos especiales y originales que le busco. Me gusta poner cosas de su carta, pero también sorprenderla con un cofre pirata con un cuadernito dentro, y que encima haya una notita en la que ponga "El tesoro lo escribes tú". Qué tonto, pero qué bonito es eso en Navidad y en cualquier día del año.
Mi familia suele arruinar y amargar bastantes días del año, pero con cualquier tipo de stress la cosa se agrava. Y es eso lo que no me gusta, que una persona se esfuerce por hacer que algo se sustente y que luego otra te lo derrumbe. No sé, es difícil de explicar. A veces me gustaría vivir sola, pero sé perfectamente que no podría hacerlo, no totalmente. Y si fuera por ese camino, ya no querría hacer esos regalos especiales. Y prefiero no ser esa persona.
...Cosas serias y sentimentaloides aparte, no estoy estudiando ni escribiendo nada estos días preparando tantas cosas. Para rematar, se me rompió el portátil ayer, y aquí estoy en el de mi hermana, no queriendo pensar en todos los poemas, los cuentos, las historias y las fotos que se me pueden perder en el mío. Para distraerme me puse mona, que desde luego siempre es entretenido:

Lo que más me gusta es el detalle de la rebeca: tooooodos los botones son distintos, con escudos y símbolos heráldicos. La falda todavía no la había estrenado, y eso que la compré en septiembre... Buf, si al final siempre me acabo poniendo las mismas cosas -__-
En fin, os dejo ya que creo que intentaré comprar hoy alguno de los regalos; después, al Dragón Verde, una cafetería ambientada a lo Tolkien que tenemos por aquí cerquita :)

lunes, 28 de diciembre de 2009

Las modas en el lolita

"Llevo pensando un tiempo acerca de este tema y, sin embargo, todavía no he podido aclararme del todo. Intentaré explicarme de la mejor manera posible, pero creo que estoy bastante limitada y hay bastantes puntos por exponer; aun así, me gustaría que cada una diera su punto de vista, ya que enriquecería y ayudaría a la comprensión. Gracias de antemano, aunque sólo hayas leído estas primeras líneas. El lolita, quitando la parte filosófica que algunas chicas comparten y otras no (esto es un hecho objetivo; no pretendo discutir si está bien o mal, y de hecho creo que cada opción tiene tanto sus ventajas como sus desventajas) es, le pese a quien le pese, una moda. No sé si una moda más, porque destaca (por no parecerse demasiado al resto de la ropa, aun teniendo referencias) y no destaca al mismo tiempo (no muchas chicas son ni visten lolita), pero lo que me estaba preguntando, y no sé si la respuesta es sencilla: al igual que en otros estilos, ¿hay cosas de moda en el lolita? Evidentemente, hay prendas de ropa que antes se usaban muchísimo más que ahora. Sobre todo las lolitas principiantes (a mi parecer, y vuelvo a repetir que no está bien ni mal, y también confieso que yo misma lo he hecho) se inclinan por los calcetines bajo la rodilla con bastante encaje en el borde, por poner un ejemplo; con el tiempo, al igual que con la madurez y con lo que las mismas marcas imponen (porque, nos guste o no, este también es un hecho objetivo, y es que en el lolita también hay marcas y todo lo que eso conlleva, desde los precios hasta la limitación) esto cambia, y tanto la chica como individuo dentro del lolita como las marcas como ente general dentro del lolita, cambian ligeramente el estilo. En este ejemplo, los calcetines adquieren otra temática: la del print a juego con el vestido. En los orígenes del lolita, algo difusos, y siguiendo la premisa del “hazlo tú mismo” que Novala Takemoto defiende, fue complicada la diferenciación de las pocas marcas que comenzaron allá por los inicios del lolita como presencia en el mercado. Y es aquí, como en la lolita que empieza con unos calcetines con bastante encaje, donde las marcas maduran, se diferencian y cada una promueve, prácticamente, una moda: Baby, la indiscutible protagonista hasta hace poco; Angelic Pretty, reina que ha destronado a Baby con sus edulcorados y codiciados diseños; Innocent World y Mary Magdalene, promotoras del classic lolita; Metamorphose, divertida y provocativa; MMM, elegante, sobria y oscura del EGL y el gothic lolita; Putumayo, rebelde bandera del punk lolita; y un cada vez más largo etcétera que incluiría a las marcas indie que tanta libertad a la imaginación (y tan difícil acceso, sin embargo) van surgiendo. ¿Creéis que esto es bueno, desde el punto de vista de si es bueno para el lolita en sí? Porque siguiendo esa frase, la del “hazlo tú mismo”, no sería tan sencillo seguir lo que las marcas, en mayor o menor medida, imponen o sugieren altamente como lo que está de moda y como lo que debe llevar una lolita que se precie y quiera demostrarlo de manera física. Esto es economía y mercado, es tristemente cierto, pero ¿hay tanta influencia, verdaderamente? Y ¿qué creéis vosotras, que está bien o que está mal? Toda opinión es válida, por supuesto, y de hecho yo creo que no hay una contestación definitiva. La riqueza del lolita, como todo, está en un hermoso mosaico hecho con pedacitos del corazón de cada una. Ni las marcas deberían decirnos qué ponernos ni sólo nosotras deberíamos exigir a las marcas qué ponernos, porque nosotras también tenemos límites imaginarios y a veces las marcas nos abren los ojos a nuevos diseños y nuevas expresiones de nuestros sueños e ilusiones. No quiero extenderme más, diré más cosas después de leer algunas de vuestras opiniones, porque realmente creo que es algo interesante para todos los implicados: tanto compradores (nosotras) como vendedores (marcas) como soñadores (todos)."



Publicado en LiTS, pero siempre es bueno mirar más allá de cualquier horizonte ;)

domingo, 20 de diciembre de 2009

La chica que quería ser dorada y libre


Claire Fontaine estaba empleada en una fábrica. Su trabajo consistía en coger pajaritos dorados y meterlos en jaulitas doradas, todo eso colgado de una cadena de lo que sería un collar. Ella no sabía cómo se hacían los pajaritos, ni las jaulas, ni cómo llegaban a ella, ni nada que no fuera lo que ella hacía. Tampoco se ponía a contar cuántos pajaritos dorados había metido en jaulitas doradas. Por eso, no sabremos nunca en qué número exacto fue, pero…

Claire Fontaine cogió el pajarito dorado con la mano derecha y la jaulita dorada con la izquierda. Pero no enjauló al pájaro. Tiró la jaula al suelo, apretó el pajarito en su mano derecha y salió corriendo.

Así es como realmente empezó su vida, a los veintidós años.

Claire Fontaine quería ser un pajarito dorado y libre.




Este es el comienzo de la última historia larga en la que estoy trabajando. Por ahora no tiene nombre elegido, pero llevo buen ritmo y creo que a más de uno no sólo le gustará, sino que le hará pensar; y eso, al fin y al cabo, siempre es bueno.

domingo, 13 de diciembre de 2009

De los periodos de tiempo

¿No es sorprendente lo cambiante e inalterable, al mismo tiempo (nunca mejor dicho), que es todo esto?
Desde hace un par de años sobre todo, he ido intercalando periodos de absoluta vagueza (la verdad es que por norma soy bastante perezosa) con otros de frenética actividad. Estos últimos, acelerados por el curso de los acontecimientos, se han visto bruscamente parados por enfermedades, que creo que es lo único que tiene el cuerpo para decirnos "¡Stop! A descansar, es necesario".
Es un tema del que no me gusta hablar, la salud, pero siempre lo dejo claro para no tener que repetirlo: tengo problemas de salud, y normalmente no puedo salir a la calle e incluso tengo problemas para acudir con regularidad a las clases.
No tengo un ritmo de vida normal. No me considero especial, me parezco a tanta otra gente, pero a menudo me deprimo y me paso días y días en pijama sin poder moverme de la cama.
Y sin embargo... El frío, el invierno, aunque sea media horita que me haya podido pasar en una Feria del Libro Antiguo (como la que hemos tenido hasta hace poco en Sevilla) me animan a no ser tan vaga y arreglarme, aunque sea un poquito.

(El blog está tonto y no me deja ponerla bien, así que dejo el link de la foto):

http://img98.imageshack.us/img98/760/casual28.jpg

A veces me da mucha pena tener tanta ropa (tengo bastante, y más parece cuando comparto armario) y no salir más a la calle, no tener las mismas razones que otras personas para arreglarme. Entonces me arreglo para mí misma y aguanto aquí. Y estas veces no parece tan duro ni tan triste.
Por cierto, que he conseguido un montón de libros de la Feria. Pero de eso hablare(mos) en otra ocasión ;)